Después de dos semanas de desconexión necesarias me apetece escribir sobre el Ironman de Copenhague. Con un último mes muy duro de entrenos llegué a IM CPH confiado.
La temperatura el día de la carrera era perfecta y mis sensaciones también. Salí en el segundo grupo del Rolling Start donde nos tirábamos al agua de 6 en 6 (Personalmente pienso que este tipo de salida hace perder toda la esencia de una carrera competitiva… Sí que te evitas golpes, pero pierdes toda la adrenalina de un salida conjunta, pierdes todas las referencias, pierdes la lucha por conseguir una buena posición, evitas poco o nada el drafting y todo por evitar unos cuantos golpes. Me parece un retroceso muy importante).
La sensación era de ir rápido. Iba adelantando a nadadores hasta que cogí un grupo donde iba cómodo. No había nadie delante y pensé que iba mejor que nunca, hasta que llegué a la T1 y vi en mi reloj 1h, lento pero saliendo del agua muy descansado. Tocaba remontar como siempre, y me puse con ello ya en la T1 intentando hacer una transición rápida.
Cogí la bici con mentalidad conservadora. Controlando pulsaciones en todo momento (había decidido prescindir del potenciómetro). Me planté en los primeros 45km a casi 40km/h de media, sabía que sería una buena bici porque iba cómodo a esta velocidad. A medio recorrido de bici me encontré a mi familia y amigos animando, no me lo esperaba y me dio un plus de motivación.
En la segunda vuelta se levantó niebla y bajo la temperatura, esto creo que fue clave para hacer la segunda parte de la bici más rápida que la primera, y aún hubiera sido más rápida si no me encontrará con tráfico desde el km 90 (debido a la gran idea de Rolling Start). Sobre el km 150 me pasó una grupeta en línea de unos 10 corredores (MUY A RUEDA), y eso que yo no iba lento. Me hizo perder bastante la concentración porque tenía que mantener la distancia en todo momento, incluso casi parar en los repechos donde el grupo se frenaba mucho (LÓGICO EN EL MUNDO DRAFTING).
Me bajo en la T2 con una bici de 4:40, mi mejor bici hasta la fecha y con las mejores sensaciones que recuerdo, con muchas ganas de correr. Me había currado mucho la carrera a pie y tenía ganas de darlo todo. T2 bastante ágil y me pongo en faena a pie.
En los primeros km voy frenándome porque me planto en ritmos por debajo de 4’ fácil. Esta vez intento controlarme sabiendo que al final todo se paga. Pensaba que iba a ser una gran maratón hasta que a partir del km 30 llega el amigo del mazo y la deshidratación. Una sensación de sueño y una fuerte necesidad de orinar sin poder soltar ni gota son síntomas que me hacen pensar que de nuevo estoy vacío de agua, ya me había pasado en los últimos IM y sabía que tenía que luchar psicológicamente con ello. Todo y eso tengo que parar en los lavabos 4 veces y que bajar muchísimo el ritmo.
En un momento me duele mucho la cabeza, bueno me duelen hasta las pestañas, decido darle la gorra a mi mujer cuando la veo y en ese momento tenía un juez justo detrás y me saca tarjeta roja en el km 34 . Después de explicar al juez que era mi mujer y que no pretendía ganar nada con ello me deja continuar, me hizo perder mucho la concentración pero tenía que rematar como pudiera y así lo hice.
Aún se me ponen los pelos de punta cuando recuerdo ver en la meta 8:58, un tiempo inimaginable cuando empecé en esto del triatlón, un tiempo que siempre me han dicho que lo tengo en mis patas, pero hasta que no lo consigues es como una barrera que tienes que sobrepasar, es un límite que te autoimpones y hasta que no lo consigues no te deja avanzar.
Pues ya lo tengo, sub 9h en un Ironman, 21 de la general, 3ª posición de mi grupo de Edad (me adelanto por 40” el segundo, que entró más tarde que yo, GRAN ROLLING START) y de nuevo por 4ª vez consecutiva clasificado para Hawaii, aunque esta vez no puedo ir por presupuesto, una pena pero es lo que hay.
Iba a por algo más y ahora estoy seguro que lo puedo hacer, falta limar cosas y se lo que hay que limar, ahora sí. Reflexionando estas dos semanas he ido asimilando todo lo que he conseguido en IM y creo que no hemos ido nada mal. 7 IM, 2 podiums, 4 clasificaciones para Hawaii en 4 Ironmans diferentes y consecutivos, los 3 IM restantes han sido en la Kona, el último Ironman sub 9, mejorando todos los años en media y larga distancia.
Todo esto me motiva a seguir luchando y tener claro que aún nos queda cuerda, que aún quedan sueños por cumplir, así que seguimos con el mundo Ironman. El próximo año lo probaré en Niza y espero poder ahorrar para no perderme Kona.
Me siento muy muy agradecido a todos/as aquellas personas que me apoyan para seguir con esto, principalmente a mi familia que es la que más cerca lo vive, gracias Rebeca Lopez Gil por estar ahí. Gracias al tío que me pone en mi sitio cuando lo necesito, el que sigue aguantando mis chapas después de 4 años (esto no es fácil lo sé) y el que más me sigue motivando con su espíritu de lucha, dedicación y sobretodo con las charlas sinceras que tenemos, gracias Guillermo LLadó Garriga. Gracias a los colaboradores y mi equipo que siguen confiando en mi para ser su embajador.
PD: Gracias a ese gran nuevo amigo que me ha dado un gran impulso estos últimos 2 meses, te debo una, dos y tres. Tú sabes quien eres… Nos vemos pronto ;-).
Próxima parada Sailfish Berga, que aunque no llegué nada bien ahí estaré dándolo todo y poniéndome las pilas de cara a LD Ibiza.